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martes, 10 de noviembre de 2015

Vía en conglomerado. Largos cortos, pero explosivos. Vía para una media mañana/tarde o si se quiere escalar en un tipo de roca que no es habitual en Guipúzcoa. Está un poco tomada por la vegetación en algunos tramos, pero con el paso de la gente se irá limpiando. Escalada por tanto con sabor a helecho y musgo. Primer largo explosivo y el último técnico, ambas sobre una roca compacta.
Bien equipado, pero hay que ir atento porque algún seguro se nos pueden colar al estar medio oculto por la vegetación.
La vía tiene muchas escapatorias. Desde todas las reuniones se puede dejar la vía (peleándote un poco con las zarzas y los tojos).

Acceso: Acercarse a Andoain y de ahí a la entrada del valle de Leizaran.

Aproximación: En el blog de Iñaki Zuza hay un buen mapa indicando el camino de aproximación (enlace a la página).
Coger la pista de cemento que va hacia Leizaran y, en seguida, como a unos 30 m, tomar el sendero (izquierda) indicado como Adarra-Mandoegi. A los 5 min de subida saldremos a una pista. Continuar subiendo por la pista hasta llegar a un claro evidente. Un poco más adelante, cuando estemos a la par de la arista (que queda a la izquierda) hay un roble con una marca de PR (pintura blanca y amarilla). En frente de ese árbol, se ve el inicio del sendero que sube a la vía. Subir por el sendero y en seguida (a 1 m) tirar hacia la izquierda (no subir recto) hacia otro gran roble. Las trazas de sendero nos llevarán entre helechos hasta el pie de vía. Desde el coche en total, unos 25 min de aproximación.

L1 (15 m, 6 seg., 5c). Placa vertical con una gran grieta en la mitad que tiene buenas presas pero que escupe para afuera. Corto, pero explosivo. Reunión nada más superar el pico.
L2 (25 m, 6 seg., 5b). Murito vestido de musgo, luego cresta y al final de la cresta un techo que tira para atrás. Es un corto tramo con buenas presas, pero atlético. Puede que sea un paso de 5c. Largo tomado por la vegetación en su parte inferior. Reunión en el suelo una vez superado el techo.
L3 (25 m, 5 seg., 4c). Lo más difícil (más que nada para el segundo), es bajar al collado. Es un corto tramo en el que no hay ningún seguro (nosotros miramos bien y no encontramos nada) y la posibilidad de colocar algo son pocas. Por lo tanto, lo mejor es desde la R2 asegurar la bajada del primero al colladito y después, aprovechando el mallón que hay en la R2, descolgar al segundo. El colladito es un lugar cómodo para asegurar al cuerpo el L3. Si se quiere, con un par de friends pequeños podemos montar una reunión en una pequeña fisura.
Murito al comienzo y luego subir por el único canto de roca que hay limpio de vegetación. Buenos agarres en este tramo y los seguros cerca. Luego un resalte con el seguro un poco oculto. Se sale a la cresta y los últimos metros hasta la reunión son fáciles.
L4 (20 m, 6 seg., 6a). Placa a la derecha de la cresta rocosa con presas, pero muy mantenido en cuanto a dificultad. La placa se sube en diagonal de izquierda a derecha. Al final no hay ninguna reunión instalada. Hay que montar la reunión en un gran bloque. Llevar un par de cintas largas.


Descenso: Desde la última reunión mirando hacia abajo, bajar andando por el lado derecho hasta la R3. De ahí pasarse al lado izquierdo y entre zarzas y tojos, por trazas de sendero, con un poco de cuidado se puede bajar hasta pie de vía. En total unos 15 min.
El autor de la vía, Iker, me comenta que para él es más cómodo bajar rapelando. Indico en el croquis cuales son los rápeles.
Que cada cual elija la opción que más le convenga.

Material: 7 cintas + material para las reuniones. Un par de bagas grandes para algún arbolito y para montar la última reunión.
Tipo de roca: Conglomerado.
Orientación: Norte.
Horario: 1h30min.
Equipada por: Iker Iriondo, invierno de 2012; 1ª subida: abril de 2012.

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