Pequeña pared que domina el mar con las islas de Marsella al fondo. Placa tumbada con una roca caliza blanca de una calidad extraordinaria, llena de rugosidades en donde lo difícil es decidir cual coger. Es una escalada que hay que disfrutar pausadamente, sin prisas. Es una pena que sea tan corta.
Acceso a la vía un poco expuesto, pero equipado con cuerdas fijas. Atención al estado de las cuerdas.
Acceso: Acercarse Sormiou (ver información más detallada).
Aproximación: De Sormiou coger el sendero balizado con pintura negra en dirección al Bec. Subir a la brecha de Guem por fuerte pendiente (20 min.). Para pasar al otro lado hay que atravesar un estrecho agujero, tan estrecho que hay que quitarse prácticamente todo lo que llevamos encima para poder atravesarlo. Descender un pequeño resalte con la ayuda de la cuerda fija, atravesar a la derecha por una repisa (oeste) y destrepar una placa (3b, cuerda fija). Del coche en total unos 30 min.
L1 (25 m, 4 seguros, 4a): Corta placa tumbada sobre caliza de extraordinaria calida, con infinidad de pequeños agarres.
L2 (20 m, 3 seguros, 4a): Igual que la anterior.
L3 (25 m, 4 seguros, 4a): Igual que las dos anteriores.
L4 (20 m, 4 seguros, 4b): Terminar de subir la placa y superar el diedro. Continuar hacia la izquierda por un diedro tumbado que sube hasta la cresta cimera.
Si se quiere se pueden empalmar los dos primeros y los dos últimos largos.
Descenso: Continuar un poquito por la cresta hacia arriba y bajar al sendero que se aprecia detrás (destrepe de unos 3-4 metros). Bajar hasta la brecha de Guem (sendero fácil pero expuesto en algún tramito) y desde aquí por el camino de subida (unos 20 min.).
Material: 4 u 8 cintas + material para las reuniones dependiendo de cómo vayamos a hacer la vía. Friends y fisureros innecesarios.
Tipo de roca: Roca caliza extraordinaria.
Orientación: Oeste
Horario: 1 h.
Vía abierta por: Martine y Christian Guyomar, 1976.
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